Así como “el batir de las alas de una mariposa puede provocar un huracán en otra parte del mundo”, cada pequeña decisión que tomamos a favor de la naturaleza es quizás el comienzo de grandes cambios. En Tucumán, los productos eco-friendly están dándole una vuelta de tuerca a la rutina y -entre tantas opciones- hay algunas bastante curiosas. Por ejemplo, ¿quién hubiera pensado que -a partir de un lápiz- podría crecer una verdura?

“No vamos a salvar el planeta de la noche a la mañana, pero es tremendo cómo la gente se sumó a la movida de los lápices plantables. Este producto es 100% biodegradable y se volvió una tendencia incluso para regalar”, comenta Agustina Lucero, dueña de una marca de cosmética natural que vende estas “huertas portátiles”.

Según aclara Agustina, el concepto fue inventado hace cuatro años en Dinamarca y, desde entonces, se propagó como un método creativo para evitar los desechos de minas. “En vez de una goma de borrar, el lápiz posee una cápsula de celulosa con semillas. Cuando acaba su vida útil, lo que hacemos es colocarlo en la tierra (con la punta hacia arriba) y regarlo”, explica la estudiante de ingeniería ambiental. Luego de 10 días, aparece la magia de una maceta con perejil, cilantro, albahaca, tomates o rúcula. Además, hay lápices que nos ilustran un florido jardín de nomeolvides o caléndulas. Del grafito, renacer...

AL ESCRIBIR. Los lápices plantables no generan desechos de mina. Fotos de Inés Quinteros Orio / LA GACETA.

Frescura de bambú

La limpieza de los dientes es fundamental para mostrar una sonrisa de oreja a oreja. Y por suerte, hay propuestas que no sólo garantizan el cuidado bucal, sino también ambiental.

CON BAMBÚ. Estos cepillos de dientes tardan apenas 180 días en degradarse. Fotos de Inés Quinteros Orio / LA GACETA.

La referencia está en los cepillos de dientes hechos con caña de bambú. La planta tiene una tasa de crecimiento rápida y los rebrotes de la post-cosecha pueden alcanzar hasta dos metros sin la necesidad de fertilizantes. “Los cepillos de plástico son sumamente contaminantes porque demoran más de 400 años en degradarse. Pensemos que la gente los cambia cada tres meses. Si tomamos un período de 75 años, la cuenta llega a 300 unidades desechadas por habitante”, detalla Belén Arismendi, creadora de “Every Green” (@everygreen.tuc), emprendimiento dedicado a los productos orgánicos.

Como contrapunto, los utensilios de bambú tardan apenas 180 días en descomponerse. “Durante el proceso de reciclado apenas hay que separar el mango. La madera puede servir de guía para plantines o, simplemente, quedar en la tierra. Como las cerdas son de nylon, conviene que acaben en ecobotellas o se reciclen”, advierte Evaristo Nougués, otro de los miembros del proyecto. Un extra es que algunos modelos tienen cerdas de color rosa, amarillo o celeste por lo que el arcoiris de la conciencia puede estar en nuestro baño familiar.

Picnic y belleza natural

La excusa para ir de picnic a las plazas o los parques suele ser la necesidad de algún pulmón verde. Pero representa una verdadera pena si acabamos el día con una bolsa de basura llena de artículos desechables. Para evitar este final, la misión de Ana Sofía Ortiz es ofrecer a los fans de las viandas cubiertos reutilizables.

DE MADERA. Los ecocubiertos duran -en promedio- de dos a tres años. Fotos de Inés Quinteros Orio / LA GACETA.

“Están hechos de caña castilla y fabricados en San Juan. Según el cuidado que les des duran aproximadamente dos años o más”, detalla la creadora de “Serendipia” (@serendipiaook). Los utensilios van desde los típicos tenedores, cucharas y cuchillos a sets de picada con pinchos. “También se venden sorbetes de aluminio anodizado o de acero inoxidable”, agrega Ana como método para minimizar los plásticos de un solo uso.

Por último, en lo que refiere al rubro de la belleza y el cuidado personal, los cepillos y los accesorios para el pelo se hacen eco de los materiales reciclables. “Los peines fueron elaborados con madera de zoita o curada. A diferencia de los de plástico estos son más duraderos y resistentes”, informa Ana. La oferta en Tucumán ya está instaurada, ¿te animás a portar el emblema verde?